13 feb 2013

Nimio XC: imagina construir una catedral en 'Los Pilares de la Tierra'


No resulta  fácil escribir sobre un libro que lleva en la calle más de 20 años. Y no resulta fácil porque poco quedará por decir sobre el mismo. Sin embargo, no puedo reprimir la necesidad de aportar mi granito de arena a los litros de tinta que se han escrito sobre una de las novelas más famosas del mundo y seguramente la obra cumbre de Ken Follet. Si no es mucho pedir, acompañadme en este viaje hasta la Inglaterra del siglo XII.


¿Hay chicha suficiente para una gran historia?

Cuando te interesas por 'Los Pilares de la Tierra' lo normal es preguntar a alguien que ha leído el libro sobre qué trata. Y una respuesta muy común (así fue en mi caso) es 'pues va sobre la construcción de una catedral'. Vamos, que la sensación inicial es que te vas a leer un tocho de 1300 páginas sobre la construcción de una iglesia con gran contenido religioso. Qué queréis que os diga... a mi así no me lo vendieron, no pensaba que un trasfondo de este tipo diera para tanto. Espero que al final del nimio os quede mucho más claro lo que podéis esperar sin destriparos nada del contenido.

Comenzamos la historia acompañando a Tom, un maestro constructor que tras sufrir una serie de penurias y acompañado por su familia, trata de encontrar trabajo con la única finalidad de conseguir sobrevivir, algo que en el siglo XII no era precisamente sencillo. Y por qué no anticiparlo, su gran sueño es construir una catedral. ¿Conseguirá cumplirlo?


Viaje más que educativo al siglo XII 

Tras este inicio, el cual no dejará de sorprendernos desde los primeros capítulos haciendo que experimentemos múltiples sensaciones, la historia se irá construyendo por sí misma y tocará 'palos' muy distintos a la mera construcción de una catedral que nuestros conocidos nos vendieron en su momento (siempre bienintencionados, por supuesto). 

Ante todo, esta voluminosa novela es un viaje en el tiempo. Un viaje hasta la Edad Media en la forma de una muy documentada novela histórica que nos permite conocer de cerca cómo era la sociedad del siglo XII en Inglaterra y en otras zonas de Europa. Temas como la pobreza, las  antagónicas personalidades que se encuentran en las diferentes clases sociales o el poder del clero frente al poder de la corona son perfectamente tratados a lo largo de las más de mil páginas. Y todo ellos con un estilo y una calidad narrativa exquísita, haciéndola fácil de leer y adictiva a más no poder.


La excusa catedralicia

La construcción de la catedral es una excusa. Por más que lo pienso es una simple excusa de Follet para contarnos LA HISTORIA. 'Los Pilares de la Tierra' podría ser igual de genial si Follet nos hubiera hecho viajar a la construcción de la gran pirámide o a la de un rascacielos en pleno siglo XX. Pero no pasa nada, vamos a construir una catedral y vamos a dejarnos llevar por todo lo que ocurre en torno a la excusa de Follet.

No os asustéis: 'Los Pilares de la Tierra' es una de las más grandes historias que he leído en mi vida, si no la más. Grande por calidad, por cantidad y por todo lo que esconde. Se trata de una historia en la que tiene cabida casi cualquier cosa que se te ocurra. Encontramos religión, encontramos guerra, encontramos odio, amor, mentira, injusticia, traición, venganza, intrigas palaciegas, viajes a través de Europa, arte, ratos para la alegría y ratos para la tristeza... Y oye, que posiblemente al acabar la novela habrás aprendido más sobre la Edad Media, sobre arquitectura catedralicia y sobre historia en general que la que recuerdes de las aburridas clases del colegio.


El calado de los personajes

Llegó el momento de mentir, pero solo un poquito. No soy capaz de deciros quien es el auténtico protagonista en la obra de Ken Follet. Y es que durante el transcurso de las páginas iremos descubriendo múltiples personajes que podrían serlo, personajes todos ellos con una profundidad digna de elogiar. Cierto monje de fortísimas convicciones al que Dios no parará de poner a prueba, cierto muchacho, huérfano de padre con toda una historia por descubrir, o quizás podría serlo cierta hija de un duque que deberá luchar para salir adelante en un mundo que parece no permitirle ser feliz.

También podríamos pensar que los protagonistas no siempre son buenos y entonces deberíamos incluir a cierto caballero sin escrúpulos al que no le importan los medios para conseguir el fin que tanto anhela o cierto hombre de la Iglesia con similares inclinaciones al anterior. O por qué no, igual la catedral es la protagonista de todo y el resto una excusa, o viceversa. Pero no he olvidado a Tom, el aparente protagonista nada más comenzar. Y es que todos los personajes que he citado de manera muy abstracta se cruzarán con Tom durante la historia provocando acontecimientos de todo tipo.


El legado de la obra

Definitivamente, 'Los Pilares de la Tierra' no es una buena novela. Es una novela soberbia. No diré (como se suele decir) que es una historia de película ya que no creo que un argumento de este calibre pueda ser condensado en una película. Desde las primeras páginas te atrapa completamente y te provoca a continuar leyendo. Te garantizo que amarás a algunos personajes, y odiarás a otros hasta puntos insospechados (cierto personaje me ha provocado sentimientos cercanos a los que provoca Joffrey en CDHYF, así que imagínate). No dejarás de sorprenderte al descubrir los giros que da la trama y aplaudirás con las soluciones que aporta Follet. E incluso el final me parece redondo ya que te deja con la sensación de que todo ha concluido y no queda ningún cabo sin atar.

No valen excusas. Si te consideras un buen lector, debes leer 'Los Pilares'. No te digo hoy ni mañana pero a lo largo de tu 'vida literaria' has de hacerlo y a buen seguro que tu perspectiva hacia la creación literatura en general cambiará. Al menos la mía lo ha hecho, ahora tan solo me queda leer 'Un mundo sin fin', continuación de la obra que hoy ha tocado hablar.

Más allá de la novela

Me gustaría incluir una mínima mención a la serie de televisión que en 2010 adaptó la novela. Aún estando a distintos niveles considero que es una adpatación más que aceptable. Por supuesto, introduce muchos cambios en la trama, unos más acertados que otros, pero la sensación al verla es bastante gratificante consiguiendo que te identifiques con los personajes y que vivas la misma historia desde otra perspectiva. Por lo tanto, es aconsejable su visionado. Eso sí, siendo muy consciente de que estás disfrutando de otro producto parecido pero distinto (esto es extensible a cualquier adaptación entre distintos medios).


Del mismo modo, al navegar por el universo de la obra creada por Ken Follet encontramos un juego de mesa que resulta bastante atractivo. Centrado en la construcción de la catedral nos invita a controlar la gestión de todos los recursos (piedra, madera, hierro...) y la mano de obra de la mejor manera posible con un sistema de juego no muy complicado. Un juego muy interesante que espero adquirir y disfrutar dentro de un tiempo.

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